¡Hola a todxs! El propósito de esta entrada iba a ser el mismo que el de los vídeos de Carmen del canal de YouTube Carmen's World de sus momentos favoritos siendo fan, pero tal como estoy en estos momentos, quizás se convierta en un texto tan personal y catártico que decida no subirlo finalmente (de hecho ya se me está escapando alguna lagrimilla). Aun así, si llego a publicarlo, espero que al menos una de las personas a las que voy a nombrar a continuación pueda leer esto y sentirse bien por haberme ayudado inconscientemente aunque haya sido por un momento.
Como ya dije en esta entrada en la que hablaba de The Script, siempre he pensado que los gustos de alguien, sus aficiones, etc, pueden definir perfectamente su personalidad, y muchas veces el motivo que lleva a alguien a ser fan de una persona, libro, canción o lo que sea, es tan personal que simplemente solo ella misma lo entiende. Solo esa persona puede llegar a entender por qué está tan agradecida con ese autor que escribió un libro en el que dos chicos se enamoraban, con ese cantante que le devolvió las ganas de hacer lo que más le gustaba en la vida, el grupo de música que le calmaba sus ataques de ansiedad o que simplemente la evadían de los pensamientos negativos que tenía y que tanto miedo le daban por temor a volver a perderse cuando le quedaba tan poco para encontrarse, o esa persona que con vídeos de YouTube y un libro le reafirmó que ser ella misma sin filtros es lo mejor que puede llegar a hacer en la vida. Y sí, hablo de mi misma, así que antes de entrar en más detalle, solo quería darme las gracias por haber decidido darle una oportunidad a estas personas en el momento justo. Porque por cosas como estas, adopté en el blog el nombre de Serendipia.
Quería comentaros uno de los momentos más duros y a la vez bonitos de mi vida cuando con 19 años, allá por 2015, decidí abrir mi primer blog literario, que abandoné y borré por motivos bastante personales y que si puedo y me veo capacitada, más adelante os contaré. En aquel entonces ya llevaba siendo muy fan de Los Juegos del Hambre, devoraba los libros, los cuales me hacían dejar de sentir lo que no quería admitir que estaba sintiendo y que años más tarde casi acaba conmigo. Uno de los libros que recuerdo con más cariño de esa época, es "El fuego en el que ardo", de Mike Lightwood. Recuerdo que fui a mi librería favorita de mi ciudad a comprarme algún libro nuevo al que huir, y lo vi. Un ejemplar escondido que me atrajo a él a pesar de no saber absolutamente nada de lo que contenía, tan solo su título y que salían dos chicos en la portada. Horas más tarde descubrí que el autor tenía un canal de YouTube y días después ya lo había leído y releído en bucle. Lloré, me reí, me enamoré, volví a llorar, ese libro se convirtió en una necesidad para mí, era el libro al que acudía cuando estaba rota en mil pedacitos y así siguió siendo durante los dos años en los que no entendía por qué a pesar de tenerlo todo me sentía tan mal (spoiler: me faltaba yo misma). El caso es que, os podréis imaginar lo importante que fue para mí ese libro y su autor, y fue precioso cuando supo de mi existencia, cuando me dijo (palabras textuales) que era de sus lectoras más entusiastas, si no la que más (ella, intensa desde 1996), cuando me siguió en Twitter (con la cuenta que le tumbarom unos fachas homófobos), y cuando me siguió en aquel blog donde hablaba de todos los libros que leía. También gané en un sorteo un marcapáginas del libro dedicado y firmado por él y lo guardo como oro en paño porque es algo a lo que le tengo mucho cariño, de verdad.
Durante dos años estuve muy mal, huyendo sin parar a las redes sociales, fingiendo estar bien cuando no lo estaba, tratando de no ser yo, huyendo de todo, de mi... Porque me odiaba. Dejé de leer, dejé de dibujar, dejé de escuchar música, me convertí en una persona tóxica para mi misma y para el resto de personas que me rodeaban... Y llegó OT2017, llegó Roi. Sí, algo le vi, no sé el qué, pero simplemente me devolvió las ganas de dibujar, de escuchar música, aunque solo fuera la suya, de hacer cosas para olvidarme de lo malo por un momento y no hacerme daño a mi misma. Se convirtió en mi nueva vía de escape, y aunque siempre digo que no fue él quien me salvó, porque fui yo misma la que decidió ir a terapia, si que fue el pequeño empujón que me hizo seguir adelante, ese pequeño motivo para pensar que no estaba todo perdido y que hizo que no permaneciera hundida en el fondo de aquel pozo tanto tiempo. Y así fue como en 2018 empecé a salir adelante, con recaídas, pero siempre mejorando. También fue el año en el que gracias a Raoul y a Agoney, el día 3 de marzo, la Noche de los Armarios Rotos, salí del armario con la persona más importante de mi vida: yo. Fue el año en el que comencé a aceptarme muy poquito a poco, hasta ahora. También tengo que decir que Roi, ha visto muchos de mis dibujos, me ha respondido a tweets, me ha agradecido el apoyo en numerosas ocasiones, y sinceramente, da gusto no sentirse un simple número cuando admiras tanto a alguien.
Hace unos días publiqué un dibujo de ellos, un dibujo que me costó mucho tiempo y esfuerzo, y una de sus fans me pidió permiso para resubirlo a Instagram mencionándome, y acepté. Y cuál fue mi sorpresa que unos días después descubrí que lo habían visto. No directamente desde mi cuenta, pero algo es algo. Y jo, no podéis imaginaros lo agradecida que estoy con personas como esa chica que me apoyan tanto con cada dibujo que hago y se esfuerzan tanto para que mi trabajo llegue a más gente. De verdad que me sorprende que a alguien le guste algo mío, quizás debería creérmelo más y confiar más en mí, pero aun voy poco a poco.
Y llegamos a la actualidad: Malbert. Aunque ya lo seguía de antes, no fue hasta que empecé a ver sus directos de twitch que empecé a dejar de verlo como el personaje de Internet gracioso y hater de la vida para verlo como una persona más humana y real, y precisamente, esa humanidad es lo que hace que decida apoyar a alguien, y es por eso por lo que decidí comprar y leer su libro en una noche para reafirmar lo que veía en él: que es una persona normal y corriente con sentimientos, miedos, inseguridades, una persona que ha aprendido a convertir todo lo negativo en algo positivo, a reírse de sí mismo. Hice la reseña del libro y en uno de sus directos comentó que la había leído, que le había gustado y me dio las gracias. Pocos días después, subí un dibujo para su cumpleaños al cual le dio "me gusta", pero lo mejor de todo no quedó ahí sino que en el directo que hizo el día de después de su cumpleaños regaló cinco suscripciones aleatorias, las cuales no me tocaron. Lo primero que pensé fue: "bueno, ya me suscribiré en verano cuando deje de necesitar los Study With Me de Ana Blanca como el comer para concentrarme y aprobar". Pero para mi sorpresa, decidió regalar una suscripción extra, y sí, me la regaló a mi por la reseña que hice de su libro. Por haber hecho algo que hago con todos los libros que leo porque hablar de libros me encanta. Por hacer algo sin esperar nada a cambio, porque lo hago porque quiero y me gusta, recibí una suscripción a su canal de twitch. Y es que no fue algo aleatorio como las demás, sino algo exclusivamente para mí. Y bueno, puede que en algún comentario que otro que puse para para participar le dijera que tuviera en cuenta mi reseña a la hora de regalar suscripciones, pero joder, que era broma, no pensaba que se lo tomaría en serio. Y de verdad que no sé si sentirme mal y culpable o enormemente agradecida pero, al igual que con Roi, para Malbert no hay números, sino personas, y es que se nota muchísimo cuando alguien es buena persona y humilde, y él tiene claro que el que trabaja es él, pero también agradece más que nadie todo el apoyo que recibe de sus seguidores (porque se lo merece). Y de verdad, cada vez me duele más que haya gente que lo odie simplemente por ser transparente en absolutamente todo.
Creo que no podría haber escogido un momento mejor para apoyar como se merece a Malbert, y es que justo cuando sentía que me había reencontrado conmigo misma, que me había perdonado, justo cuando había dejado completamente de odiarme para quererme más que nunca, llegó él y su libro con su frase, una de las que me calaron tan hondo: “No sé si sois conscientes de la importancia de ser uno mismo. De ser real”.
Y es que no quiero volver a dejar de ser yo, no quiero volver a intentar vivir sin mí, porque es físicamente imposible, no quiero volver a odiarme... y si algún día vuelvo a caer, siempre me buscaré un fuego en el que ardo que me recomponga en los momentos más difíciles, un Roi que me empuje a pedir ayuda y que me ayude a aprovechar el fondo para impulsarme en vez de seguir ahogándome, un grupo como The Script que me mantenga sana y un Malbert que ponga el punto final a estos cinco años que me han costado volver a ser yo.
Una vez más, gracias a estas personas por haber formado parte de cada una de estas etapas, pero sobre todo, gracias a mí por cuidarme siempre a pesar de todo. Por no rendirme y buscar una pequeña excusa en todo momento para no acabar con todo cuando más creía que necesitaba hacerlo. Gracias a mí por seguir viva.
Estoy llorando 😭 Me alegro de que seas tan fuerte 💕
ResponderEliminarMi niña 🥺🥺 mil gracias!! 💛💛
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