¡Hola a todxs! ¿Qué tal estáis? Antes de nada, quería desearos un muy feliz año nuevo, y es que en la entrada anterior no lo hice ya que no caí en que iba a ser la última del 2020. Hoy pensaba traeros un balance de este año que acaba de terminar, pero ayer empecé a leer y acabé, porque lo leí de una sentada, el libro del youtuber, Malbert, No insultes, gilipollas, y me apetecía traeros una reseña, además de una reflexión acerca de este libro y lo que se trata en él, así que, comencemos.
Me gustaría contaros cómo y cuándo decidí darle una oportunidad, no solo al libro, sino a Malbert como persona, y es que con OT2017 empecé a ver sus vídeos los cuales me hacían bastante gracia porque solía pensar como él. De hecho, cuando Cepeda estaba en el programa no me gustaba ni como cantaba ni las actitudes que tenía, y recuerdo que un día dije por Twitter lo que pensaba y alguien me dijo que cómo podía decir esas cosas de Cepeda siendo fan de su mejor amigo de la academia, Roi. Qué queréis que os diga, tengo personalidad y capacidad para pensar por mí misma, no voy a seguir a "mi ídolo" como una ovejita en un rebaño. El hecho de que me guste Roi y de que para mí su música haya sido muy importante por razones que algunas personas ya sabéis, no tiene que influir en lo que yo piense de otras personas, o incluso de él mismo, porque si comete errores, lo digo como haría con cualquier persona. Ahora mismo Cepeda me gusta, me gustan sus canciones y creo que ha cambiado, por el motivo que sea, el comportamiento que tenía en la academia, así que no me cae mal, y no soy fan pero me gusta su música.
Hace un tiempo, cuando Roi sacó su disco, Mi lógico desorden, reconocí en Twitter que el vídeo de Malbert donde reaccionaba a él me había hecho gracia, y nuevamente comencé a recibir críticas del propio fandom porque parece que es incompatible ser fan de una persona y apoyar a una otra a la que no le gusta su amigo. A partir de ahí dejé de comentar por esa red social los vídeos del youtuber por miedo a que más gente se me echara encima, y dejé las redes sociales un tiempo por más motivos que no voy a contar ahora mismo. Y esto lo digo, porque en su libro cuenta que a muchos artistas se les echan encima por apoyarlo y seguirlo, y prácticamente les obligan a darle unfollow, pero, querido Malbert, si estás leyendo esto (que lo dudo muchísimo), a personas como yo, que somos unas who, también se nos mira mal, pero como tú dices, me la pela. Aun así, a pesar de haber tenido que dejar las redes sociales a un lado porque no me hacían ningún bien, seguí viendo los vídeos de Malbert, aunque solo lo veía como un chaval al que le gusta criticar y reírse hasta de su sombra, un chaval que simplemente me hacía gracia. Y sí, es así, pero creo que también es mucho más que eso.
En diciembre de 2020 decidí descargarme la aplicación de twitch solo por los Study With Me que iban a hacer Ana Blanca y su novio Sergi estas navidades, y aproveché para ver los directos de Malbert. Ahí fue cuando terminó de caerme bien, cuando vi que era él mismo en cada momento, que era una persona humana y que siempre va con la verdad por delante, que no solo critica porque cuando le gusta algo lo dice y fangirlea más que nadie, y que no es tan hater de la vida como puede parecer en un principio. Todo eso, y varias reseñas positivas de su libro que vi en Goodreads y en Amazon me hicieron querer leer su libro. Y por fin lo hice el día 1 de enero de 2021.
En él, el autor cuenta muchas vivencias que ha tenido en las redes sociales y cómo el hecho de ser él mismo y dar su opinión en cada momento, sin tapujos ni pelos en la lengua le ha pasado factura debido a la gente ofendida que se le tira encima, 24/7, 365 días al año, deseándole la muerte y amenazándolo cuando lo único que hace es lo mismo que hacemos todo el mundo cuando estamos en confianza, porque no me creo que nadie haya criticado algo o a alguien con su familia y amigos cercanos. El problema, es que si lo haces públicamente está mal visto porque, por desgracia, nos han educado para ser políticamente correctos y a pedir perdón cuando algo no nos gusta para agradar a todo el mundo, y eso es imposible. Nos habla también de la hipocresía que hay en las redes, y es que la mayoría de influencers muestran continuamente su mejor cara aunque la realidad no se acerque ni de lejos a lo que cuentan delante de una pantalla. Ya lo dijo Irene Nortes una vez en un vídeo sobre cómo llevar un uso más consciente de las redes sociales (click aquí para verlo), y es que lo que publicamos es tan solo una milésima de segundo de nuestro día, y es esa milésima de segundo, en la mayoría de los casos retocada con photoshop, la que nos hace pensar que nuestra vida, en comparación, es mil veces peor y más desgraciada que la de otras personas, cuando probablemente no sea cierto.
En su libro, Malbert también nos habla de como le han afectado los insultos psicológicamente y habla abertamente de salud mental, algo que le agradezco enormemente. Y en cuanto a la forma en la que está escrito, no es la mejor pluma que he leído, obviamente, pero el propósito del libro no es ese, no es contarte las cosas de manera bonita, como puede ser el caso de El Chico de las Estrellas, de Chris Pueyo (otra novela autobiográfica contada de una manera más poética), sino contar las cosas de la manera más real posible, tal como es él. Aun así, y a pesar de que se usa un lenguaje simple y coloquial, he destacado algunas citas con las que me he sentido muy identificada y con las que me han faltado manos para aplaudir, y es que parece que estén escritas para mí.
Y por último, me he emocionado en algunas ocasiones, en la primera página del capítulo 7, donde podemos ver a un Malbert súper tierno y cuqui al que dan ganas de abrazar muy fuerte y estirarle de los mofletitos cual bebé, y al final, donde nos invita a mirar hacia atrás para darnos cuenta de todo lo que hemos conseguido, hayamos cumplido o no nuestros sueños, porque como bien dice él, la vida no se trata de perseguir nuestros sueños, sino de luchar, y estar orgullosxs de lo que hayamos conseguido aunque no fuera lo que pensábamos en un principio. Porque no todo depende de nosotros y no todo está en nuestras manos, sino que depende de muchos factores. Y en mi caso, he conseguido muchísimo. He conseguido quererme y aceptarme, apartar muchos complejos, físicos y de mi personalidad, he conseguido valorarme, sacarme un grado superior con buena nota a pesar de no confiar en mí y entrar en una carrera que me gusta, he conseguido superar el reto del NaNoWriMo, y tener la primera versión de mi novela, en la cual quiero continuar trabajando para, de una forma u otra, sacarla a la luz, he conseguido ser yo misma aunque haya alguien a quien no le guste, y he conseguido seguir viva y tener una relación sana conmigo misma después de haber sufrido durante muchos años por mi culpa, por callarme y ocultar mis sentimientos, creyéndome fuerte cuando en realidad estaba siendo débil al no hacer frente a los problemas. Y recordar, y darme cuenta de todo esto mientras leía el final del libro de Malbert, hizo que se me saltara alguna que otra lagrimilla. Bueno, qué coño, me pasé el resto de la noche llorando, pero no os preocupéis porque llorar es sano y más si es por algo bueno, como darme cuenta de que siendo yo misma en cada momento valgo muchísimo más.
Y finalmente, no puedo no destacar la edición de este libro, y es que se nota muchísimo que Malbert sabe diseño gráfico y que se ha currado cada detalle por mínimo que sea, se ve su esencia tanto en el texto como en la edición, y de verdad, jamás me habría imaginado mí misma leyendo un libro de un youtuber, y menos dándole una puntuación tan alta como la que le di en Goodreads.
¡Y esto es todo! Espero que os haya gustado la reseña y que os hayan entrado ganas de darle una oportunidad al libro, o al menos al autor en su canal de YouTube (click aquí para verlo).
¡Un beso! 💛🌻
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